viernes, 24 de diciembre de 2010

Los poetas rescatan la moneda que se perdió en el fondo del lago


ESA VEZ, PLATÓN

Esa vez, Platón se equivocó: los poetas
no devuelven imágenes repetidas,
no conspiran contra la fidelidad de los espejos.
Hacen que el árbol de la razón
parezca enano. Que los espejos devuelvan
nuestro verdadero rostro deformado.
Tal cual es: con ojos hundidos
y una luz brevísima que irrumpe y desaparece.
Los poetas rescatan la moneda
que se perdió en el fondo del lago,
la gota que sin cesar perfora la piedra,
y eso también concierne a la República.


Rafael Felipe Oteriño (La Plata, 1945), "Todas las mañanas", Ediciones del Copista, Córdoba, 2010