viernes, 19 de abril de 2013

Marina Moretti , acerca de Lugares recobrados, 2012

MARINA MORETTI:
LA POESÍA COMO UN CAMINO DE VIDA

Por Elvira Dolores Maison

La poesía de Marina Moretti revela, por una parte, una vena lírica –en el mejor sentido de esta palabra– a través de motivos que tienen que ver con su historia personal; por otra, se transforma en una línea épica que cultiva temas que la exceden y se detienen en aspectos sociales e históricos que le confieren una validez universal. Son dos vertientes de su creación que, lejos de excluirse, se complementan en la búsqueda de una totalidad que ha sido siempre una ambición y un gran desafío para el ser humano. No se trata aquí de una declamación que se sirve de la poesía –como podría servirse de cualquier otro soporte artístico– sino de inquietudes, principios, sentimientos, situaciones, que se convierten, ellos mismos en poesía.

Digamos que, en Marina Moretti, la poesía no es ningún pretexto o vehículo, enmascarado o no, para expresar un mundo, sino que ella misma es ese mundo. Queremos decir con esto que lo que el lector leerá aquí es, en primer lugar y en su sentido más abarcante, poesía.

Marina Moretti es una creadora, íntima y socialmente comprometida con la realidad y el mundo que le toca vivir. Lo hace, no solamente en el campo cultural, sino también en el social, con una ímproba labor a favor de los marginados y la parte débil de la sociedad, con su trabajo permanente en el reconocimiento de los derechos de la mujer, compromiso que también traslada a su labor poética. En este sentido, ella ejerce con rigor y seriedad su vocación, con responsabilidad frente a las exigencias particulares y éticas de la escritura y, lejos de proponerse una mera poesía de circunstancia, eleva a esta a un valor y condición que van más allá de la coyuntura. Poesía donde la metáfora alterna con la metonimia, la misma no pierde su contacto y referencia con el objeto a la base de su origen, sino que lo trasciende, al tiempo que evita estratagemas o vanos juegos retóricos. Así, su expresión tiende, en primer lugar, a una compenetración entre el objeto de referencia y la palabra poética que lo designa.

Arqueóloga de profesión, docente, Marina Moretti parece, sin embargo, haber elegido la poesía como un camino de vida, pero con una fuerte ligazón con sus estudios. En su parte más lírica, como, por ejemplo, en los poemas que conforman esa búsqueda nostálgica del ubi sunt, excava en la memoria con una paleta cuidadosa para encontrar los restos que recrean un tiempo y su esplendor, el misterio y la felicidad de las cosas atávicas. Ella misma se confiesa: «y ahora/que he cambiado utensilios/uso las palabras/como bisturí y paletas/para una excavación delicada/y despiadada/en el fondo de mi alma», búsqueda que la llevará a comprender, como una forma de conciliación con el mundo y el paso del tiempo, que «La felicidad es una mozuela/que siempre vuelve/a la rambla del domingo/donde todo es fehaciente y familiar». Por otra parte, los poemas de Atlàntidas, desde su mismo título, informan ya de esta ligazón íntima entre los presupuestos de la arqueología y la poesía.

Un libro es tantos libros cuantos lectores tiene. Cuando en la poesía aparecen –de modo tácito o no– referencias histórico-geográficas (en nuestro caso Trieste y su mar) el mayor o menor conocimiento de estas se convierte en uno de los tantos elementos que determinan la lectura. Esta circunstancia instaura una suerte de complicidad con el lector que domina semejantes referencias, con las cuales simpatiza, en el verdadero sentido etimológico del término. Un mérito no menor de Marina Moretti consiste en que esta simpatía se verifica también a un nivel superior, no ya en la referencia concreta, sino en la capacidad de metaforización de esta referencia para los lectores extraños a dicha complicidad. Un hombre es todos los hombres, diría Borges; una ciudad es todas las ciudades, así como un mar es todos los mares, podríamos agregar. También aquí la palabra se trasciende a sí misma.

El lector encontrará aquí un mundo hecho poesía, que busca la sencillez comunicativa, lejos de cualquier banal facilidad y sin renunciar a la esencia, tan cotidiana como misteriosa, del verdadero trabajo poético, en un mundo donde, como nos dice Marina Moretti «Para las mujeres es más duro/ vivir en versos/ si los cuerpos son demasiado verdaderos».


Acerca de:
Marina Moretti (2012). “Lugares recobrados. Antología”,
Edición bilingüe, Libros de la talita dorada (1ª ed.).
Traducción y selección: Elvira Dolores Maison.

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