lunes, 22 de septiembre de 2014

Guillermo Pilía, yo a veces cantaba




YO ESCRIBÍA DERECHO, YO A VECES CANTABA

Hubo otro tiempo en que íbamos a tientas:
yo escribía derecho en los renglones
de mi vida, como hombre responsable.

Pero éramos igual que dos mendigos
que viajan en la noche silenciosa
atravesando un país de lagunas.

Si todo tenía entonces un sonido
de pérdida, si estabas empeñada
en ignorar los días venideros;

y yo a veces cantaba
con una lengua de engrudo o de pan
que se me desmenuzaba en la boca.



LAS RATAS

Nunca pude ver tan de cerca a las ratas
como en las noches de mi año de soldado,
si me dormía apoyado en mi fusil
debajo de un gran farol, en ese puesto
cercano a las barracas, entre los vahos
de comida descompuesta.      Era entonces
cuando en silencio salían a mirarme
acorralándome en círculo, esperando
que también a mí se me abriesen los ojos.
Jamás me hicieron daño, pero llegaban
a observarme en el minuto de flaqueza
en que el sueño me vencía.    Es extraño
que con el tiempo no volviesen las ratas
a atormentarme en las noches, que hoy evoque
esa imagen de miseria como si a otro
le hubiera acontecido. Yo mismo a veces
las llamo en medio de un instante de dicha:
a que me recuerden qué frágil resulta
la felicidad, qué cerca de los sueños
acechan siempre sus hocicos en punta.



Poema 1: De “Herido por el agua (2005). Poema 2: De “Segunda memoria”.
Foto: Carlos Aprea, Guillermo Pilía, Luis Maggiori y José María Pallaoro. 
City Bell circa…. Archivo de la talita dorada.


Los textos forman parte de estudio en ejercicios de taller. 

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