viernes, 13 de julio de 2018

CRISTINA PERI ROSSI Entonces me dijeron que un poema no servía















TALLER CRISTINA PERI ROSSI 
(Montevideo, Uruguay, 12 de noviembre de 1941)
PARA QUÉ SIRVE LA LECTURA

Me llaman de una editorial
y me piden que escriba
cinco folios sobre la necesidad de la lectura

No pagan muy bien
¿quién podría pagar bien por un tema así?
pero de todos modos
necesito el dinero

así que enciendo el ordenador y me pongo a pensar
sobre la necesidad de la lectura
pero no se me ocurre nada

es algo que seguramente sabía cuando era joven
y leía sin parar
leía en la Biblioteca Nacional
y en las bibliotecas públicas

leía en las cafeterías
y en la consulta del dentista

leía en el autobús y en el metro

siempre andaba mirando libros

y me pasaba las tardes en las librerías de usados
hasta quedarme sin un duro en el bolsillo

tenía que volver a pie a casa

por haberme comprado un Saroyan o una Virginia Woolf

Entonces los libros parecían la cosa más importante de la vida

fundamental

y no tenía zapatos nuevos
pero no me faltaba un Faulkner o un Onetti
una Katherine Mansfield o una Juana de Ibarbourou

ahora la gente joven está en las discotecas
no en las bibliotecas

yo me hice una buena colección de libros
ocupaban toda la casa

había libros en todas partes
menos en el retrete

que es el lugar donde están los libros
de la gente que no lee

a veces tenía que seguirle durante mucho tiempo
las huellas a un libro que había salido en México
o en París

una larga pesquisa hasta conseguirlo

No todos valían la pena
es verdad
pero pocas veces me equivoqué
tuve mis Pavese mis Salinger mis Sartre mis Heidegger
mis Saroyan mis Michaux mis Camus mis Baudelaire
mis Neruda mis Vallejo mis Huidobro
para no hablar de los Cortázar o de los Borges
siempre andaba con papelitos en los bolsillos
con los libros que quería leer y no encontraba
por allí andaban los Pedro Salinas y los Ambrose Bierce
la infame turba de Dante

pero ahora no sabía decir para qué maldita cosa
servía haber leído todo eso

más que para saber que la vida es triste

cosa que hubiera podido saber sin necesidad de leerlos

Cuando habían pasado cinco horas yo todavía no había escrito
una sola línea
así que me puse a escribir este poema
Llamé a los de la editorial
y les dije creo que para lo único que sirve
la lectura
es para escribir poemas

no puedo decirles más que eso

entonces me dijeron que un poema no servía,
que necesitaban otra cosa.


De Playstation, 2009


     Hay dos ideales de escritora: “la poeta” (o “el poeta”) que desprecia los otros géneros porque tiene una idea muy elevada de la poesía, y una escritora que, como yo, piensa que la literatura –hasta la poesía– se expresa en diferentes formas, no exclusivamente en verso, y ni siquiera, siempre, en verso. Mi ideal es una escritura lo más abarcadora posible, y hay “asuntos” –por no decir temas-  que exigen más lo narrativo que lo metafórico, y no he querido renunciar a ellos.  Como lectora, no podría renunciar a los  cuentos de Salinger o de Saroyan, ni a la gran novela de Proust, ni a los inteligentísimos ensayos de McLuhan o de  Susan Sontag, de modo que, como escritora, he pretendido abarcar todas esas formas de expresión, pero teniendo en cuenta que la escritura es, siempre, artificio (arte hecho), es decir, creación deliberada de belleza. Aún la belleza de la fealdad o del mal. (No en vano Baudelaire tituló su poemario Las flores del mal.)
     En cuanto a la poesía, es una esencia, no una forma. Yo encuentro tanta poesía –desolada,  solitaria, final– en un cuadro de Hopper como en una película de Visconti, un grabado de Eduardo Sanz o, a veces, en el gesto de una mano, en una mirada. Como toda esencia, la poesía es irreductible: no se puede definir. No hay poesía en todos los poemas –hay más mala poesía publicada que buena  y está bien que así sea: si toda fuera buena, no podríamos distinguirla de la que no lo es–  pero a veces la hay también, y mucha, en otras formas de expresión.
     Para mí, la poesía es percepción y emoción, asuma la forma que asuma (verso, palabra, relato, escena, composición musical). Pero no cualquier percepción ni cualquier emoción. Se trata de una percepción no vulgar, de una emoción no vulgar. La poesía exige un refinamiento de los sentidos y de la inteligencia.  Como se trata de una percepción, tenemos que ser muy humildes: yo he escuchado decir que hay poesía en un gol de Ronaldinho, y para quien lo dice, eso es poesía.  La poesía está en la mirada de quien contempla, no en la cosa en sí. Está en la percepción, no en el objeto.
Para mí (la poesía) cumple dos funciones: primero, es la memoria de las emociones y de los sentimientos. Nos da la identidad contra el olvido. La segunda función es la de espejo, es el otro lado del espejo de lo real: abre las puertas para acceder a esa zona de lo íntimo a la que la novela no llega, porque cuenta hechos. A la poesía le basta con expresarlos.



Los textos forman parte de estudio en ejercicios de taller.-

1 comentario:

  1. DISTANCIA JUSTA


    En el amor, y en el boxeo,
    todo es cuestión de distancia.
    Si te acercas demasiado me excito
    me asusto
    me obnubilo digo tonterías
    me echo a temblar.
    Pero si estás lejos
    sufro entristezco
    me desvelo
    y escribo poemas.




    (CPR, Otra vez Eros, 1994)

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