Mirta Pérez, Carolina Cortazzo, Adriana Romano, Marcelo Steblak, Romina Torchio y José María Pallaoro |
AYER EN TALLER LEÍMOS POEMAS DE GRANDES POETAS
ARGENTINAS y, como siempre, hablamos de
poesía y literatura, que es hablar, me parece, es una intuición, de todos los
temas. Comparto parte de lo leído.
AZUCENA SALPETER
UNO NO SABE NUNCA POR QUÉ ESCRIBE (Fragmento)
Uno
no sabe nunca por qué escribe. Se sienta al borde de los mundos como escuchándose
más lejos. Dibuja palotes, cuerdas. Los nudos no llegan al cielo pero forman
una red cada vez más extensa como las rayitas de tu mano o cartas de gorrión en
países de tranvías.
CONCEPCIÓN
BERTONE
INVIERNO
La
mujer de la bata gastada
barre las hojas de la vereda
ajena a la mirada que la desnuda. Barre
una llamarada de hojas de fresno
y enciende un fósforo
para que el fuego
barre las hojas de la vereda
ajena a la mirada que la desnuda. Barre
una llamarada de hojas de fresno
y enciende un fósforo
para que el fuego
la
apague.
DIANA BELLESSI
HE CONSTRUÍDO UN JARDÍN…
He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos -dejarse ir- para cuidarlo
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.
Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.
Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
allí, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos -dejarse ir- para cuidarlo
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañía
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.
Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Sólo digerible al ojo el terror
si la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.
Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.
MARÍA DEL CARMEN
COLOMBO
TO SEE I
al compás de ese blues la mujer
se desnuda
le sale de la voz un viejo armiño
turbio
y deshuesado
el sol de algún zapato
brilla
como seno de lava
revolverá la noche con un pubis violáceo
frente al pezón opaco de su espejo
se desnuda
le sale de la voz un viejo armiño
turbio
y deshuesado
el sol de algún zapato
brilla
como seno de lava
revolverá la noche con un pubis violáceo
frente al pezón opaco de su espejo
TO SEE II
del
espejo
a su cuerpo
los ojos caen como frutos
dormidos
en su cuna de sangre no verán
dónde arroja la piedra
en qué tiempo penetra su imagen
o quién
(por favor quién)
la llama desde un pozo
a su cuerpo
los ojos caen como frutos
dormidos
en su cuna de sangre no verán
dónde arroja la piedra
en qué tiempo penetra su imagen
o quién
(por favor quién)
la llama desde un pozo
MARÍA ROSA LOJO
BELLEZAS
La belleza es una rosa pálida que alguien te
ha obligado a morder. Separas los pétalos rotos, uno a uno, y los arrojas a esa
sopa de letras que toman todos los niños obedientes. Hay una forma, un pájaro
detrás de la ventana, un alado alud. Sin vacilación, rompes el vidrio con una
furia blanca y lo abrazas a través de la sangre. Tienes miedo de mirarlo y
cuando abres los ojos no lo ves. Pero las alas crecen en tu mano y se confunden
con tu propio cuerpo. Ya no tienes rostro en los espejos. Alguien te ha hecho
de belleza Otra, clandestina y terrible.
MIRTHA DEFILPO
NATURALEZA MUERTA
Texto
original para un segundo
el presente
sobresalta poco a poco.
Rehabilita signarse por el antes?
Entrever que los ayeres son ubicuos?
Tan escaso de estar
no veo el día:
saludo al insepulto continente
a toda su ambición
guijarro, polvo.
Transcribiendo a lo largo del disturbio
la erosión común de aducir algo.
Desde el comienzo lo he pensado todo.
el presente
sobresalta poco a poco.
Rehabilita signarse por el antes?
Entrever que los ayeres son ubicuos?
Tan escaso de estar
no veo el día:
saludo al insepulto continente
a toda su ambición
guijarro, polvo.
Transcribiendo a lo largo del disturbio
la erosión común de aducir algo.
Desde el comienzo lo he pensado todo.
ESTELA FIGUEROA
NATURALEZA MUERTA
Tomates rojos
con una hendidura negra.
Limones amarillos
con pezones verdes.
Zanahorias erectas
papas ovales
bananas que yacen arqueadas.
Sexo sobre la mesa
donde amaso el pan.
Tomates rojos
con una hendidura negra.
Limones amarillos
con pezones verdes.
Zanahorias erectas
papas ovales
bananas que yacen arqueadas.
Sexo sobre la mesa
donde amaso el pan.
MÓNICA TRACEY
LA LENGUA DEL CUERPO
Perderse
en el otro
es
perderse
soltar
la flecha
el
arco el cuerpo
tensa
desaparece
ya
no está
sino
en la flecha
que
desaparece
así
el amor
abandona la
mirada
en
otros cuerpos
las
manos en otro cuerpo
la
dulce miel de los labios.
Los
textos forman parte de estudio en ejercicios de taller.-
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