viernes, 26 de abril de 2013

Tres poetas eslovenos: Tone Pavček, Marjan Strojan, Saša Pavček


TRES POETAS ESLOVENOS

Por Amor Perdía

TONE PAVČEK

Doce veces ríe, doce veces llora Tone Pavček. Sus poemas nacen del silencio, interrumpiéndolo apenas. Sabe que es allí donde surgen las palabras y las emociones más simples, y sabe que éstas deben ser las primeras.

Tone es un hombre que mira, calla y escucha. Se hace paisaje, resopla con el viento, piensa como el río. Lleva a pastar las nubes y él es vid, trigo y oveja. Es el hijo de un poema que se llama Ana, guisado delicadamente para saciar el hambre del olvido.

Es quien oye los salmos que dejaron los labradores en el camino, las tristes melodías de un amor único, de un dolor esloveno. Es quien enumera los sueños y las ausencias, quien reparte las cargas de una roca muy grande.

Tone ríe y llora mientras rastrilla su tierra. Doce poemas se le quedan adheridos. Levanta su rostro a Dios y éste le sonríe. Llueven flores, las mujeres dan a luz y Tone mira al cielo, agradecido.



MARJAN STROJAN

Un día Marjan Strojan se desdobló y se perdió. Buscándose, desde entonces, anda. 
Halló rastros de él en un libro azul que hoy está desaparecido, pues, (como cualquiera sabe), se puede ver sólo lo perdido

Supo mostrarse esperándola solemnemente, indagando entre mujeres que hacen compras y toman taxis. Esperando un viento capaz de atravesar montañas y ríos para traer la voz de una mujer. Cantando en una lengua incomprensible para una princesa incapaz de contestarle.

Dos veces en la vida, (ya que disponía de tiempo), pudo dar fe sobre las coincidencias del amor y las cortas extensiones de la memoria. Ha conocido muchos lugares, (tal vez sea preciso adjuntar un mapa), que únicamente saben alejarse. Tropezó con su nombre buscando algo por el arroyo y escuchó que lo llamaban en la oscuridad, antes del silencio de la nieve.

Por otra parte, como es sabido, descree de los pronósticos al igual que de los presagios, pues el tiempo sólo es ese algo allí afuera.

Marjan busca a Marjan en algún lugar del planeta, mientras entona, (a la luz de un sol en oblicuo), un lánguido tango esloveno.


SAŠA PAVČEK

Saša Pavček declama frente al espejo. Se mira, mirándose y habla con todo el cuerpo.
Exhibe su mejilla besada, su zapato rojo, su trasandado vestido, sus ojos evolucionando con las estaciones.

Se desnuda de cara a las luces que dan vida al escenario y recita. Revela las desvaídas líneas de la mano, la axila en reposo, el tacto divino de los suspiros, el corazón rompecabezas. La femineidad que no puede heredar, la pregunta que no ha de conducir a la felicidad.

Atenta al eco de su voz, se escucha cuando le habla, cuando lo llama, lo aleja, lo añora o le agradece. Él es una excusa repetida para convocar la pasión, llevarla hacia la pista, sacudirla, hacerla bailar. Revolotea sus faldas y sus obsesiones, sus ademanes extasiados, sus frágiles gestos de vidrio. Llora lágrimas de sal y usa un falso “nosotros” que apenas alcanza para ella, para las bestias que la habitan, o el mundo que anida en su beso.

Saša se viste frente al espejo con palabras de amor. Se habla y resulta imposible no prestar oídos, no ofrecer los ojos. Baila y contonea las caderas. Dice seducir a un hombre, pero enamora a la muerte, la distrae, a fin de que espere, se retrase, o se retire…



Amor Perdía,
Profesora de Historia. Escritora.
Integrante del Taller Mundo despierto.

Acerca de:
Tone Pavček (2012). “12 poemas”, Libros de la talita dorada (1ª ed.).
Traducción y selección: Juan Octavio Prenz.
Marjan Strojan (2012). “El libro azul y otros poemas”, Libros de la talita dorada (1ª ed.). Traducción: Teresa Kores. Selección: Ana Cecilia Prenz Kopušar.
Saša Pavček (2012). “Vísteme con un beso”, Libros de la talita dorada (1ª ed.).
Traducción: Ana Cecilia Prenz Kopušar.

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