"Y recordá / la vida / no es más que estos pedazos de nosotros / compartidos con los demás"

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Taller de lectura y escritura creativa en City Bell, 2013


ES INFINITA ESTA RIQUEZA ABANDONADA

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío

no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada




La vigilia y el viaje, 1949.1955
Edgar Bayley (Buenos Aires, 1919-1990)

Foto: José María Pallaoro

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Aurora Venturini, el profesor me dijo


LA EXPOSICIÓN EN BELLAS ARTES


El profesor me dijo: Yuna –así me llaman– tus cuadros son dignos de integrar una exposición. Hasta puede ser que alguno se venda.

Me alborozó tal alegría que salté sobre el profesor con todo el cuerpo y quedé adherida al cuerpo del profesor con los cuatro miembros: pies y piernas, y nos caímos juntos.

El profesor dijo que yo era muy bonita, que cuando creciéramos íbamos a noviar y que me enseñaría cosas tan bonitas como dibujar y pintar pero que no divulgara nuestro proyecto que en realidad era sólo su proyecto y yo supuse que se trataría de exposiciones más importantes y entonces volvía a asaltarlo y lo besé. Y él también con un beso de color azul que me repercutió en lugares que no nombro porque no estaría bien y entonces busqué una tela grande y sin dibujar pinté en rojo dos bocas presionadas enganchadas, unidas, inseparables, cantarinas y dos ojos arriba, azules de los que desmayaban lágrimas de cristal. El profesor, de rodillas besó el cuadro y ahí se quedó, en la sombra y yo volví a casa.

Conté a mamá de la exposición y ella, que no entendía de arte, contestó que esos mamarrachos informes de mis cartones harían reír a los concurrentes a Bellas Artes, pero que si el profesor quería, a ella no le iba ni le venía.

Cuando expuse, entre otras obras de alumnos, me compraron dos cuadros. Lástima que uno fue el de los besos. El profesor lo bautizó: “Primer amor”. A mí me pareció bien. Pero no comprendí del todo el significado.

Yuna es una promesa decía el profesor y esto me gustaba tanto que cada vez que lo decía me quedaba después de hora para saltarle. Él nunca me retó. Pero cuando me crecieron las tetitas me dijo que no lo saltara porque el hombre es fuego y la mujer paja. No entendí. No salté ya.



Las primas, Editorial La Página, Página/12, 2007.

Aurora Venturini nació en La Plata el 20 de diciembre de 1921. 
Poeta y narradora.