UN PÁJARO SE PUEDE DETENER
en
la punta de un árbol y abarcar
la
inmensidad del cielo. Yo también,
sentado
frente al muro,
me
detengo en la punta
del
álamo y contemplo
la
inmensidad. La surcan pensamientos
involuntarios.
¡Cuántas nubes
fugaces,
cuántas aves
sucesivas!
Y
las dejo pasar… y son tragadas
por
este espacio inmenso
que
soy yo:
sereno,
transparente, luminoso
¿quién
soy
yo?
Hugo Padeletti (Alcorta, Provincia de Santa fe, 1928).
No hay comentarios:
Publicar un comentario