DANZAS CIRCULARES
Por Graciela Abal *
La tarde comenzó cuando llegamos. Las
cosas del afuera se quedaron en la puerta del parque junto a Basho, el gran
perro de nuestro anfitrión. Mux, sentado en el extremo este de la mesa, parecía
formar parte del espacio hasta hoy ocupado sólo por nosotros. Nosotros que
todos los jueves nos damos el espacio de encuentro entre letras y palabras
dibujadas en papel.
La charla con Mux pareció empezar mucho
antes, tan antes como cuando llegaron a nuestras manos las Disculpas del irascible, así que no fue difícil acercarnos al hombre real, al escritor que
ahora estaba junto a nosotros compartiendo sus poemas. Me tocó a mí comenzar
con un relato que trataba cuestiones de su poesía. Leía y sentía que las
palabras palpitaban en mi voz. (Uno nunca deja de conmoverse cuando los
compañeros escuchan, pensé mientras leía). El silencio atravesaba el aire
alrededor y parecía susurrar en mis orejas. Un silencio creativo, confiado,
sosegado.
Las palabras se precipitaron y circularon, primero lenta y luego voraginosamente,
las preguntas se expandieron como
chispas alrededor de las palabras de Mux. Se encendió el relato que ahora yo no
estaba leyendo sino construyendo con los otros. El aire se distendió y se llenó
de imágenes. Click...y si la poesía encuentra su lugar en el mundo hoy.....y si
las diatribas de los celulares y si la
sociedad de consumo...Click… ¿y qué simboliza la lluvia en tu poesía? Click.
Click. Click.
Abrumadoramente se juntaron las
sensaciones con los pensamientos y en un ambiente tan diverso como dialógico
fluyeron las risas, las palabras danzarinas, los lectores, los autores. La
poesía, que ahora leían otros, se dejaba caer de los libros de la extensa biblioteca de Pallaoro. Se
arremolinaron el aire, las agudas graves y esdrújulas, mientras Bayley,
Castillo y Mux, sentados a la mesa, compartían el delicioso néctar de frutas
que el anfitrión había acercado a la mesa.
La tarde se extendió hasta la noche y
entre estrellas y botellas olvidadas sobre el piso, se escucharon melodías
flotantes, entrecuerdas junto a la dulce voz de Justine. Mi tiempo se terminó
ahí, justamente cuando entre inquietudes y devaneos, lo más sigilosa posible,
emprendí la retirada mientras todavía se
escuchaba el Click, click, click …
* Integrante del taller Mundo
despierto.
Foto: Mercedes Do Eyo.
Acerca de:
El encuentro con Néstor Mux se
concretó el jueves 9 de octubre de 2014 en Mundo despierto, el taller de lectura
y escritura creativa coordinado por José María Pallaoro en el Espacio-Encuentro
La Poesía. Entre las 18hs. hasta cerca de la medianoche dialogaron con el poeta
los integrantes del taller: Laura Ceniceros, Carolina Cortazzo, Graciela Abal,
Hermeto González, Mercedes Do Eyo y Justine Bevilacqua.
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