TALLER Abelardo Castillo (Buenos Aires,
1935)
MIREN QUE ESTARSE AHÍ...
Seis bocacalles, noche, la neblina.
El lamparón de un bar contra el silencio.
Tan sola, a la intemperie, allá en la esquina
tiene frío la estatua de Florencio.
Tan así, la solapa levantada
con la noche que hace, y en la cabeza,
tan la mano en el pecho, descarnada,
qué sé yo, da una cosa, una tristeza...
Como dijo Carriego, qué ocurrencia
la de irse a las estrellas. Sabe, amigo,
no valía esa estatua su insistencia
de andar hilacha, a puro sueño... Digo
Miren que estarse ahí como un linyera,
a la intemperie, solo, qué cabeza
estarse ahí tan pobre, tan cualquiera,
da una cosa, caramba, una tristeza...
Seis bocacalles, noche, la neblina.
El lamparón de un bar contra el silencio.
Tan sola, a la intemperie, allá en la esquina
tiene frío la estatua de Florencio.
Tan así, la solapa levantada
con la noche que hace, y en la cabeza,
tan la mano en el pecho, descarnada,
qué sé yo, da una cosa, una tristeza...
Como dijo Carriego, qué ocurrencia
la de irse a las estrellas. Sabe, amigo,
no valía esa estatua su insistencia
de andar hilacha, a puro sueño... Digo
Miren que estarse ahí como un linyera,
a la intemperie, solo, qué cabeza
estarse ahí tan pobre, tan cualquiera,
da una cosa, caramba, una tristeza...
Los
textos forman parte de estudio en ejercicios de taller.-
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