YO ESCRIBÍA DERECHO, YO A
VECES CANTABA
Hubo
otro tiempo en que íbamos a tientas:
yo
escribía derecho en los renglones
de
mi vida, como hombre responsable.
Pero
éramos igual que dos mendigos
que
viajan en la noche silenciosa
atravesando
un país de lagunas.
Si
todo tenía entonces un sonido
de
pérdida, si estabas empeñada
en
ignorar los días venideros;
y
yo a veces cantaba
con
una lengua de engrudo o de pan
que
se me desmenuzaba en la boca.
LAS RATAS
Nunca
pude ver tan de cerca a las ratas
como
en las noches de mi año de soldado,
si
me dormía apoyado en mi fusil
debajo
de un gran farol, en ese puesto
cercano
a las barracas, entre los vahos
de
comida descompuesta. Era entonces
cuando
en silencio salían a mirarme
acorralándome
en círculo, esperando
que
también a mí se me abriesen los ojos.
Jamás
me hicieron daño, pero llegaban
a
observarme en el minuto de flaqueza
en
que el sueño me vencía. Es extraño
que
con el tiempo no volviesen las ratas
a
atormentarme en las noches, que hoy evoque
esa
imagen de miseria como si a otro
le
hubiera acontecido. Yo mismo a veces
las
llamo en medio de un instante de dicha:
a
que me recuerden qué frágil resulta
la
felicidad, qué cerca de los sueños
acechan
siempre sus hocicos en punta.
Poema
1: De “Herido por el agua (2005). Poema 2: De “Segunda memoria”.
Foto:
Carlos Aprea, Guillermo Pilía, Luis Maggiori y José María Pallaoro.
City Bell circa….
Archivo de la talita dorada.
Los
textos forman parte de estudio en ejercicios de taller.
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