EL POETA STANDARDEl poeta pequeñose despierta en estado de alerta:las palabras que amontonó en la nochese le hacen imposible de retenery corre a sentarse a la mesa al amanecer.Así que a lo largo del díasuelta incesantes imágenes continuas,olvida el desayunoy otras necesidades menores del destino.En resumen, un frenesí creadorpero de resultado artístico dudoso.¿Pero quién podría decirlo, diseñar lo perdurable,medir la exacta distanciaentre el entusiasmo y su obra?¿Por qué el día habría de quedar perdido?Lo que importa es poner huevosno en eternidad sino en el tiempo:allí donde los errores, rotas las cáscaras,
deben rendir cuentas a la luz.
Joaquín Giannuzzi
Buenos Aires, 1924- Salta, 2004
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