TALLER JUAN
GELMAN
(Buenos
Aires, 1930 – Ciudad de México, 2014)
EL
ATADO
Escribir sin contar es como vivir sin
vida. Las palabras serán inocentes, pero no su relación. El contador traza una
columna del “debe” y otra del “haber” y en la última anota los silencios que
supo conseguir. Con las caras de una palabra quisiera hacer piedras y mirarlas
todas hasta el fin de mis días. Esas caras siempre tienen otras fugitivas de la
boca. Morder la piedra, entonces, es la tarea del poeta, hasta que sangren las
encías de la noche. En esa noche navegará sin rumbo fijo, desconfiado de todo,
en especial de sí, mirando espejos que cantan como sirenas que no existen. El
poeta se atará al palo mayor de su ignorancia para no caer en sí mismo, sino en
otro país de aventura mayor, muerto de miedo y vivo de esperanza. Sólo el dolor
lo unirá muertovivo al vacío lleno de rostros y verá que ninguno es el suyo. Y
todos serán libres.
En Hoy, 2013
Los
textos forman parte de estudio de ejercicios de taller.-