Tendréis que esperar. Errar en sombras.
Renacer en toscos cielos de jaspe y herrumbre. Pero en el decimoquinto siglo de nuestra era caeremos sobre vosotros.
Vuestros templos de oro atravesarán
el mar. Todo vigor será castrado. Cada amanecer será pecado mortal. Diezmaremos
vuestro pueblo, los que se salven serán bautizados.
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