"Y recordá / la vida / no es más que estos pedazos de nosotros / compartidos con los demás"

miércoles, 24 de abril de 2024

LILIANA HEKER El proceso creativo

"Amo a los gatos"



LILIANA HEKER A LOS 81 AÑOS / 
Acerca de su última novela Noticias sobre el iceberg / 

     Periodista: Los años 60, la liberación sexual, el compromiso político, el boom de la literatura latinoamericana, ¿marcaron la vida de Greta, la protagonista de su novela?

     Haber sido adolescente en los ’60, comenta Greta, fue muy singular, pasaban tantas cosas que una se sentía protagonista de la Historia.

     Igual que Greta usted es escritora y vivió los 60, ¿qué hay de autobiográfico en “Noticias sobre el iceberg”?

     Me interesó tomar un personaje que de alguna manera se parece a mí, pero le ocurren cosas diferentes. Mi vida está muy marcada por veintiséis años en una revista literaria, algo fundamental en mí y en mi creación. Algo que a Greta no le pasa. Tiene una vida distinta de la mía. Publicó sólo dos novelas, con una a los veintidós años tuvo elogios, y con la siguiente fama y prestigio. Después pasó a silencio, a no dar entrevistas, a renunciar a la vida pública.

     Eso lleva a Marcos, un estudiante de periodismo, y a Albertina una chica intrigada por la vida secreta de Greta, a entrevistarla.

     Y ella acepta. La entrevista -que no se cuenta porque me pareció un plomazo una novela que fuera una entrevista- la lleva a remover su historia, ir al encuentro de todo lo que estuvo tapando durante mucho tiempo. Hay preguntas que contesta en parte, otras que piensa, pero no responde, y cosas que no se dicen nunca.

     Ese encuentro generacional, separado por medio siglo, ¿le permitió momentos disparatados, humorísticos, nostálgicos?

     La novela está recorrida por el humor; hay cosas duras y conmovedoras, pero no hay nostalgias. Greta no las tiene porque vivió hasta el carozo su época, tan intensamente que no siente nostalgias, y no quisiera volver a vivir lo que ya vivió.

     ¿Su novela revisa y homenajea una teoría de Hemingway?

     A todos los que escribimos cuentos nos ha fascinado la teoría del iceberg que planteó Hemingway, que es absolutamente cierta. De un buen cuento emerge un treinta por ciento, pero su consistencia la toma del setenta por ciento que está sumergido. Greta descubre algo nuevo que le dice el iceberg, de ahí el título “Noticias sobre el iceberg”. El iceberg puede otras cosas, no es solo lo sumergido. Eso lo supe, se me apareció en El Calafate, cuando estaba escribiendo la novela. Para Greta fue una revelación. Y a mí me dio el final de su historia.

     ¿Contar la vida secreta de una colega imaginaria le dio libertades o restricciones?

     Una enorme libertad. Me permitió contar sus conflictos, que no son iguales a los míos. Lo que más me fascinó fue contar las novelas que Greta escribió, “Hilda Wangel”, “La memoria de Uma Harán” y la detenida “Vera y el optimismo”, que no existen, En mi libro “La trastienda de la escritura” conté el proceso creador de varios de mis cuentos y de mis novelas. Algo que hice mucho en los talleres que dicté. Fue un desafío estimulante contar el proceso de obras ajenas que no existen.

     Prascovia es un personaje importante en la novela. ¿Los gatos son fetiches y amuletos del escritor?

     Amo a los gatos. Y mi gata Prascovia es una importante protagonista en “Noticias sobre el iceberg”, en donde hay otro gato, Illich, que también fue un gato mío. Hoy en mi casa, junto a Prascovia, está Brando, que no aparece en esta novela. Para mí, y para muchos escritores, el gato tiene que ver con el proceso creativo. La compañía del gato es algo muy importante para alguien que escribe, por supuesto, si ama a los gatos.

     En la novela se habla del proceso de creación literaria, ¿eso surgió del trabajo en sus talleres, donde surgieron destacados autores?

     Hoy grandes escritores, grandes colegas y grandes amigos. Greta hace referencias concretas a “Solness, el constructor” de Ibsen y a “Confesiones del estafador Félix Krull” de Thomas Mann. Escritores que fueron fundamentales para mí en la adolescencia. Me ayudaron, junto con Jean-Paul Sartre, a conformar mi visión del mundo. En los talleres no hablé de esos libros. Sugerí autores que muestran modos de escritura, de dialogar, de cómo el gesto de un personaje puede alumbrar lo que le está pasando. Autores que enseñan recursos, como Salinger.

     ¿Por qué hay hoy más literatura escrita por mujeres que por hombres?

      Es algo que fue cambiando, no es que hubo un cambio violento en los últimos años. Lo notaba cada vez más en los talleres. El primer taller que di fue en el teatro IFT en la época de la dictadura. Siete varones y una sola mujer. Y fue la única escritora de ese grupo, Silvia Schujer. Poco a poco en los talleres se fue igualando el número. Ya no importaba si el texto era de una mujer o un hombre sino la calidad. Eso cada vez más empezó a tener peso. Desapareció el subgrupo “literatura femenina”. Hoy hay autores notables, ya no importa el género sino la literatura, valen por los libros que escriben.

     Ha sido elegida como personalidad relevante de nuestra cultura, para dar el discurso inaugural de la Feria del Libro en un momento complejo para el libro y la cultura…

     Un momento muy particular… y, por supuesto, voy a aludir de manera muy clara al ataque que se está haciendo a toda la cultura.

     ¿Que está escribiendo ahora?

     Después de esta vorágine, tengo dos proyectos: un libro de cuentos y uno de textos narrativos de otra índole.




Entrevista de Máximo Soto para Ámbito / Liliana Heker (Buenos Aires, 9 de febrero de 1943) / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

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