"Y recordá / la vida / no es más que estos pedazos de nosotros / compartidos con los demás"

domingo, 21 de abril de 2013

Acerca de 12 poemas de Tone Pavček y de Vísteme con un beso de Saša Pavček


DOS POETAS ESLOVENOS

Por Margarita Eva Torres 

SEÑALES DE VIDA

Los 12 Poemas de Tone Pavček son una puerta que conduce hacia el mundo más íntimo del autor esloveno. De la sencillez de sus palabras surge una honda nostalgia que proviene de la identidad y la cultura.

Hay en la obra del “caballero del vino” (*) una vehemente comprensión de la absurda ambición humana. Ha inmortalizado, tanto en sus ojos como en sus textos, los paisajes de su tierra y vides, muchas veces devastadas, pero siempre en “espera del verdor”, porque “quizás, después, los horizontes estén más cerca/ y podamos cargar más fácilmente las cruces/ y cantar libremente/ nuestras tristes melodías”.
Desde su lugar contempla con retrospección el devenir de la historia y propone “mucho silencio” para oír el latir de la naturaleza y el corazón de los hombres para que sólo ellos “nos muestren el camino”.
Habla de las injusticias y la guerra que castigó a su pueblo. Denuncia el hambre que “devora el cuerpo y flagela el alma”,  pero con el optimismo propio de quien ejerce un constante homenaje a la vida.
Tone Pavček exhorta a ahuyentar la oscuridad a través de palabras simples como “pan, amor y bondad”, adjudicando al léxico una fuerza vital transformadora.
La historia de su tierra y sus antepasados se confunde con la suya propia. Unifica la esencia del universo en un latir unánime y afirma: “la fortuna es que todo pasa”, porque sabe que “este dolor no es para un solo pecho”.
Con aceptación es testigo de la marcha y del final y agradece al cielo el “instante fugaz atrapado/ en la existencia eterna” porque la vida es “solo esto y nada más”.

(*) Puesto que en su tiempo libre Pavček cultivaba un tipo de vid llamada refošk, era conocido como el "caballero de vino".


POESÍA VITAL


De “Vísteme con un beso” emerge una fuerza arrolladora con la cual Saša Pavček nos introduce en su propia pasión. “Algo bulle” en la poeta y actriz eslovena que no pide compasión a la existencia, sino que le exige todo, incluso la brutalidad.
No huye del dolor, lo espera y presiente. Quiere todo y va por ello: “si eres un gemido, que duela”. La palabra, que no siempre le alcanza, pretende esbozar el estado de su espíritu y su piel y recurre al arte para no asfixiarse.
La vida es ese encuentro que le da sentido y espanta a la muerte. Las alas más que el propio vuelo y el recuerdo que la inmortaliza. Urgente y observadora, indaga en los detalles de lo que el escenario le propone: un rostro, una sensación o un sonido. En cada uno se funde y sintetiza.
En ocasiones se muestra incapaz de nominar aquello que la aturde y desborda: “tu nombre es la eufonía/ que he perseguido/ y me ha embrujado con su sonido/ tanto que no logro pronunciarlo”.
Lo “no llamado” es lo sublime que emerge de un ser o un instante y que basta para llenar la vida, esa que le pertenece pero que a veces extiende al mar, la nube o la roca.
Saša Pavček afronta con conciencia el “destino demente”. No se pregunta “por qué mana del cielo”, sino que busca impregnarse de “su eterno misterio”. Su poesía visceral arde, como la sangre en sus venas. Va por todo aquello que “no sé qué es/ pero me significa todo”.


Margarita Eva Torres,
Periodista.  Escritora.
Integrante del Taller Mundo despierto.

Acerca de:
Tone Pavček (2012). “12 poemas”, Libros de la talitadorada (1ª ed.).
Traducción y selección: Juan Octavio Prenz.
Saša Pavček (2012). “Vísteme con un beso”, Libros de latalita dorada (1ª ed.).
Traducción: Ana Cecilia Prenz Kopušar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario